martes, 21 de junio de 2011

Fue capaz de enamorarla con su sonrisa, y con su optimismo.
Fue capaz de hacerla creer que todo era posible a su lado.
Fue capaz de ilusionarla,  hasta hacerla creer que todo lo de su alrededor no era la realidad.
También fue capaz de irse de vez en cuando sin avisar. Y luego volver, volver con una escusa creíble y una sonrisa como las de siempre. También fue capaz de decirme adiós, sin más. No recuerdo bien su ultima mirada, ni sus ultimas palabras de ánimo, como antes me las decía. Esas palabras que me hacían creer que le importaba. Y es en los últimos días cuando me doy cuenta de todo. Me miras, de casualidad, incluso cuando estaba llorando,  ni siquiera te diste cuenta.  Mañana te diré adiós. Y tú también a mi. A diferencia de que a mi me caerán las lágrimas y tu sonreirás, pensando en todo lo que vivirás dentro de poco. Adiós amigo, nunca pensaste en mí.

1 comentario:

  1. Si hablas de amistad debo de confesarte que si que son así. En estos casos es cuando te das cuenta realmente de quienes son tus amigos y quienes no. A mi me pasó hace poquísimo y me llevé un chasco horrible, pero todo se supera, ya verás como si :)

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