miércoles, 15 de junio de 2011

Hoy ha sido ese día. No el día que he soñado miles de veces, ese no.
Hoy ha sido en día en el cual he cogido mi orgullo, y he sacado fuerzas de la flaqueza y me he puesto delante de él y se lo he dicho todo. Un resumen de todo lo que he escrito estos ultimos meses. Le he dicho que si he hecho todo esto a lo largo de los meses es porque me importa realmente. Le he dicho que estoy cansada de que su inmenso orgullo le impida decir qué quiere o qué siente.
¿Conclusiones? Dejar que se agoten los minutos a su lado. Dejar que se marche. Él ya lo sabe todo, si no viene es porque no quiere, o porque no quiere querer, como él mismo ha dicho.
Me he quitado un peso de encima. Ahora sí. Llegó el día en el que ponemos el punto y final para siempre. ¿Qué se supone que debo hacer ahora?
Me marcho con mi paraguas de ilusiones, que me protegerá de ver el mundo como realmente es. Me marcho, con la certeza de que sabes que eres importante. Me marcho con la certeza de que eres tú el que no quieres darte cuenta de la realidad.

1 comentario:

  1. Aunque te parezca lo más cruel que hayas hecho, ha sido lo mejor. Eso de plantarse delante de él y decirle todas las verdades aunque lo pasemos mal siempre viene mejor, así nunca te quedarás con la duda de que pasará :)

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