sábado, 2 de julio de 2011

Esta noche, es una noche en la que me planteo cosas, esas cosas que había dejado aparcadas en algún lugar de mi memoria y no me había molestado en buscarlas. Esta noche estoy pensando en ti. Pensando en de qué manera se ha acabado todo. Se han acabado los días de sonrisas. Se han acabado las tonterías a todas horas. Y por supuesto también se ha callado una vocecita que me susurraba una y otra vez: "Es perfecto". 
¿Cómo ha terminado? Él es el típico tío libre, como yo. Solo que a mi me da por enamorarme justo cuando las cosas van por buen camino. Justo cuando no es necesario nada mas. Él se marcho, me dio un abrazo y se marchó. Yo no quería irme sin decirle antes algo. Pero supe que no era necesario. Ese algo, ya lo sabía. Me di cuenta de que cada día de la semana desvelaba todos y cada uno de mis sentimientos que almacenaba mi corazón. Él sabía porque siempre reía a su lado, y también sabía porque estaba triste cuando él no estaba allí, en nuestro lugar.
Simplemente llego el día en el que deje de sentir. Abrí los ojos y me dí cuenta de que esto no llegaba a ninguna parte. Pensé en el futuro y me dí cuenta de que él no es un hombre de futuro. Simplemente tiré todos mis sentimientos por la borda, sin pensar en todos los momentos vividos, sin pensar en todas las cosas buenas que me dio. Me fije en las horas en las que tenia sueño pero no podía dormir, porque él y ella ocupaban mis pensamientos. Me acorde de aquellas largas e interminables horas en las que tenía que aguantar sus desprecios. Y me dí cuenta de que yo no estaba hecha para él. 
Y ahora, justo ahora pienso en ti. No te echo de menos. Es raro porque recuerdo a la perfección aquellos viernes en los que me despedía de ti como si nada, pero pensaba en lo interminable que se me haría el fin de semana sin verte. Justo ahora quiero saber de ti. Pienso que yo también tuve la culpa de esa despedida fría y sin dolor. ¿Dónde quedaron nuestros sentimientos? ¿Dónde quedaron todas esas conversaciones bañadas en risas? ¿Dónde? Supongo que todo esto, junto a mi amor y deseo de tenerte se hundieron. Supongo que el por qué de todo esto lo sabes. Llegó un día en el que exploté. Me abrieron los ojos con fuerza, y me supe que el error mas grande que podía llegar a cometer sería esperarte. Fue tarde, fue justo cuando ya no te tenía. Fue justo cuando el adiós no se podía alargar más. Fue justo después de decirte que si querías estar conmigo solo tenías que decírmelo. Solo te puedo dar las gracias por todos esos minutos de felicidad. Porque sé que te puedes sentir feliz en muchos momentos de tu vida y por causas muy diferentes. Pero esa felicidad que sentía cuando te tenía cerca me desbordaba el corazón, me sentía bien. Me sentía libre, aunque estaba absurdamente atada a unas manos que me dejaban caer cuando querían.

(Suerte. Espero que alguna otra te sepa dar lo que yo no fui capaz)

1 comentario:

  1. Claro, tampoko yo encontré remedio xra la evaporación del alma, qando te levantas un día y no sientes, ya nada hay q hacer al respecto

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Gracias por comentar ;)