Quizá me haya hecho inmune a eso de los sentimientos. Quizá ya no sepa lo que significan las mariposas en el estómago, ni esos sentimientos de los que suele hablar la gente.
Y es que... haciendo balance de mis últimos meses lo mejor va a ser que mi corazón siga congelado. Después de tantas emociones vividas, y de tantas lágrimas, de tanto dolor, ahora dentro de lo que cabe estoy bien. Porque no hay nada ni nadie que  tenga el poder de derrumbarme. No hay nadie en mi vida, que tenga el poder de ablandarme el corazón. Y sí, soy feliz así. Independiente y con ganas de vivir, porque... ¿quíen dijo que necesite a  eso que llaman amor?