Me encantaría ser como una niña, una niña inocente. Creerme todo lo que me dijeran y no pensar en las mentiras. Pensar que nadie malo hay, que todo el mundo que me rodea es como yo. Crearía un mundo paralelo a este, con muchos colores y mil flores. Un mundo en el cual no se pudiera hacer daño, en el cual el amor siempre tuviera un final feliz. Inventaría una maquina con la cual retrocederíamos en el tiempo para cambiar los errores cometidos. Haría que las nubes se pudieran comer, y que el sol nos arropara. Que las estrellas nos iluminaran el camino y que hubieran señales, señales que nos guiaran todo el camino. Ese camino que yo sola no se seguir, del cual me perdí hace mucho tiempo y ya no se volver al momento adecuado para arreglarlo. Necesito un milagro para que todo eso ocurra, necesito alejarme de tanta mala suerte y encaminarme en una aventura nueva, en una que por fin me salga bien las cosas.
YA NO VEO EN LA OSCURIDAD.
Así sería fácil, verdad?
ResponderEliminarTodo estaría a nuestro antojo y no tendríamos tantos problemas indeseables que a veces tenemos :(
Muy buen texto!!
Los problemas son pruebas que nos pone la vida hasta llegar al camino adecuado, pero... a veces, el camino tiene mucha cuesta y se nos hace muy pesado, qlgun dia todos tenemos nuestro pequeño momento de felicidad.
ResponderEliminar:)