lunes, 21 de enero de 2013

Yo que me aferraba al mas mínimo sentimiento para sentirme parte de algo, de alguien.
Me aferraba a sentimientos fantasmas. No existían. Al menos no en mi corazón.
Me agarraba a cualquier escusa para no ver el final que inevitablemente iba a llegar.
Y así soy yo... No admito que las personas igual que llegan se van.
Y después de unas semanas sin escribir. Después de estar asumiendo nuestra realidad. Después de imaginarme mil veces tu huida...
He llegado a la conclusión de que ya no hay nada que nos una.
¿Triste? Mucho...

"Ojalá pudiera reinventar los días en los que éramos felices y no necesitabamos hablar de sentimientos"

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