Que tonta soy, por un momento pensé que todo podía cambiar y en mi interior, las mariposas que rebotaban, se habían hecho una pequeña ilusión. Después de largas horas pensando, he llegado a la conclusión que nadie cambia, que al día siguiente todo sigue igual, como si no hubiera pasado nada. Un día estás revolucionando mis sabanas a lo loco, y a mi me tienes a mil por hora, con mil sentimientos a la vez que no se explicar. Que te tengo toda esta noche para mi sola, puede tocarte y besarte, y lo mejor es que, tu estás ahí conmigo.. Pero claro, llega la despedida, y me das un beso y me dices: adiós pequeña, y yo me quedo sosteniendo el marco de la puerta con una sonrisita leve, dolida porque la noche acaba. Y al día siguiente me levanto pensando que si, que esta es la mía, que tengo que sonreír porque todo ha cambiado y de un momento a otro me dices: lo siento, yo tengo pareja... ¿Pareja?, ¿La misma pareja que tenías cuando estabas dentro de mis sabanas? No puede ser, me niego a que esto me ocurra... Y tras pasar una mala noche, y abriendo la ventana para ver la luz del día, lo admito, tiene pareja... Y yo solo he sido una chica de diversión de una noche con pequeñas ilusiones que no llegan a ningún sitio. A veces me asombro de lo ingenua que puedo llegar a ser, pero algo he aprendido, a partir de ahora no creeré en nadie, sí, lo han conseguido, dejaré de creer en príncipes tontos y en cuentos baratos, porque ya tengo asumido que a mi esas cosas no me pasarán. Me limitaré a sonreír por mi misma, y a intentar que nadie más nuble a las mariposas que llevo dentro. Solo el aire rozará mi cuerpo y mi alma, porque el amor es como el viento, no puedo verlo, pero sí sentirlo, y me quedo con eso, yo no te tendré el amor adecuado, pero puedo sentirlo.

¡HASTA LA LLUVIA CAE HACIA ARRIBA!