viernes, 7 de septiembre de 2012

Quien sabe si lo que hacemos es lo correcto o no. Quien sabe si a la persona a la queremos es realmente la que nos conviene. Quien sabe si merece todo lo que hago y haré por el.
El caso es que da igual lo que te digan sobre lo que debes o no deber hacer. Sobre como tienes que actuar. Sobre como reprimir sonrisas, y aislarte del mundo solo para no ver su mirada y para así, lograr creerte un poco mas que lo necesitas.
¿Y qué? ¿Eso va a cambiar algo? Supongo que las cosas sucenden por algún extraño motivo. Y aún no he descubierto cual puede ser ese motivo tan absurdo para que yo no me pueda desenganchar de  ti. Ni siquiera me molesto en pensarlo, en analizar la situacion. En dejar que la razón medie entre mi corazón y tú.
En días como hoy me pregunto ¿por qué? y ¿para qué? El para qué puedo entenderlo quizá pero el por qué... Es imposible.
Todo es irracional, hasta tu sonrisa no tiene sentido. Es lo que hace que me vuelvas loca. 
Y sé que mañana te veré y... caeré irremediablemente. Aunque me den mil razones para no hacerlo. Aunque me estes mirando a los ojos cuando me hablas de ella. Aunque se te olvide que existo.
Caeré mil veces si hace falta con la esperanza de que alguna de esas veces estes tu para levantarme. Y si no estas.. si no me levantas admitiré mi derrota. La admitiré hasta que te vea entrar por la puerta. Porque cuando te vea se me olvidará todo, y volverá a comenzar la historia. En la que tu solo formas parte de ella cuando te apetece.


"Tú dandole el cielo a otro, y yo aquí como un gilipollas yendo al infierno por ti."

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